Una mansión de ensueño, la residencia perfecta para un hombre como Gatsby

Una mansión de ensueño, la residencia perfecta para un hombre como Gatsby. Foto: Redacción InfoArticulos

La mansión de Gatsby no era solo un símbolo de estatus. Era una carta de amor arquitectónica, un intento desesperado de materializar un sueño.

Con columnas copiadas de un Hôtel de Ville francés, una pileta olímpica y un jardín palaciego británico, la casa era un híbrido que reflejaba perfectamente el carácter de Gatsby: recargado, artificial, una copia sin contexto pero a la vez irresistible.

La casa de Daisy y Tom, en cambio, tenía una elegancia más simple. Era una mansión colonial georgiana en colorado y blanco con vistas a la bahía, sólida y aristocrática, que no necesitaba contar su historia porque ya la traían puesta.

La arquitectura de las mansiones en Long Island era un reflejo del imaginario arquitectónico de