Un padre de Gaza lamenta la situación de sus hijos, quienes están sufriendo por falta de alimentos.
Por InfoArticulos
Miércoles 21 de Mayo de 2025 - 10:14
Un padre de Gaza lamenta la situación de su hijo, quien padece hambre y desnutrición en el conflicto del territorio palestino.. Foto: Redacción InfoArticulos
En Gaza, la devastación causada por la guerra ha llevado a muchos padres a temer que sus hijos mueran de hambre. Mahmoud al-Haw, padre de cuatro hijos, es uno de ellos.
Al-Haw y otros palestinos se agolpan en torno a un comedor social de Gaza, avanzando en tropel y agitando cacerolas frenéticamente. Los niños pequeños, apiñados al frente, lloran. Uno de ellos sostiene un cuenco de plástico con la esperanza de que le den unos cucharones de sopa.
Al-Haw hace esto todos los días porque teme que sus hijos se mueran de hambre. Atraviesa las ruinas de Jabaliya, en el norte de Gaza, en busca de comida, esperando hasta seis horas entre multitudes aterrorizadas para conseguir apenas lo suficiente para alimentar a su familia.
Algunos días tiene suerte y encuentra sopa de lentejas. Otros días vuelve con las manos vacías.
"Tengo una hija enferma. No puedo darle nada. No hay pan, no hay nada", dice Al-Haw, de 39 años.
Israel ha bloqueado la entrada de alimentos y medicinas a Gaza, lo que ha llevado a una crisis humanitaria en el territorio. La campaña militar de Israel en Gaza ha matado a más de 53.000 personas, según las autoridades sanitarias palestinas.
La familia de Al-Haw tiene sus dificultades incluso antes de la guerra. Su sobrina utiliza una silla de ruedas y su hija padece una cardiopatía y asma bronquial.
Al-Haw sube las escaleras de su apartamento de una habitación, donde lo esperan sus hijos sentados en un colchón. No hay ninguna sorpresa sobre lo que ha traído a casa: sopa otra vez.
Pone la sopa en pequeños cuencos de hojalata y se los da a sus cuatro hijos y a los dos de su hermano.
Los niños, callados, comen despacio y con cuidado.
"Gracias a Dios, como pueden ver, esto es el desayuno, el almuerzo y la cena, gracias a Dios", dice Al-Haw. El día anterior, dice, su familia no había tenido nada que comer.