Un momento decisivo en la agenda, después de una interrupción temporal

Martes será un día de tensión política con la interpelación por el escándalo del Criptogate, el debate en Buenos Aires y la definición en la provincia de Buenos Aires; mientras tanto, Macri busca evitar que Milei logre vaciar a Pro.

Por InfoArticulos

Viernes 25 de Abril de 2025 - 07:57

Un momento decisivo en la agenda, después de una interrupción temporal. Foto: Redacción InfoArticulosUn momento decisivo en la agenda, después de una interrupción temporal. Foto: Redacción InfoArticulos

El titular de Pro, Mauricio Macri, se ha convertido en un líder carismático y su consigna "acuerdo entre partidos o nada" tiene garantía de supervivencia hasta la noche de las elecciones porteñas. El resultado dirá si logra una extensión o si una mala performance de Pro termina de derribar el precario dique que con mucho esfuerzo intentan sostener Macri y unos pocos más. Por ahora, nadie se ha animado a contradecirlo a fondo, de frente. Los que ya se fueron prefirieron hacerlo silbando bajito y sin mirar atrás. "Todavía no llegó el día en el que los que se hacen los picantes en el off the record se animen a hacerlo en presencia de Mauricio", explicó uno de sus fieles. Una forma de admitir también que existe disidencia aunque nadie se anime a convertirse abiertamente en disidente. La incertidumbre sobre si LLA o Pro ocuparán el tercer lugar en las elecciones porteñas, dado que el peronista Santoro lidera la mayoría de las encuestas (inclusive las que validan libertarios y macristas) opera como un retardador. Además, el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires todavía evita que se materialice la escena de pollitos amarillos en fuga masiva. "No solo habrá una elección bonaerense y otra nacional, en las que se discutirán cosas distintas. 'El Milei sí o Milei no' no operará en la provincial y, en cambio, se jugarán cuestiones territoriales y candidatos de cada distrito. Habrá ocho elecciones distintas; una por cada sección electoral", dice un macrista que se aferra a esas categorías y deberá demostrar su vigencia. Con él coincide un alto dirigente del radicalismo bonaerense que busca maximizar el valor de la presencia en el territorio que aún conserva la UCR. Ambos dicen tener un plan B si los libertarios van por todo para no acordar entre partidos y dejar el escenario reducido de antemano a un nuevo bipartidismo y una polarización, como se proponen lograr en 2027. Todavía falta demasiado. La evolución de los indicadores económicos y las dinámicas políticas abiertas (condicionadas por demasiados factores humanos) se retroalimentan y mantienen la incertidumbre en todos los planos. Al final, la ciudadanía decidirá con los elementos que tenga a mano el día de cada uno de los comicios provinciales (cuya segunda etapa será el 11 de mayo en cuatro provincias), y en la decisiva elección nacional del 26 de octubre. Nada está definido y todo quedará sujeto a muchas interpretaciones. De cualquier manera, el proceso dejará alisado un nuevo terreno y una gran duda por dilucidar: si se consolidará la hiperfragmentación con la que aspira a imperar Milei a partir de 2026 o si se abrirá una reconfiguración profunda del mapa político que dé paso a la formación de un nuevo polo opositor. Los días por venir serán claves para empezar a despejar incógnitas.