Un matrimonio de Carolina del Sur invirtió $125.000 en renovar una lavandería, pero para ellos fue más que un simple negocio.

Una pareja sin antecedentes en el sector, decidió invertir en un negocio de limpieza a vapor en Charleston y lo transformó completamente.

Por InfoArticulos

Jueves 24 de Abril de 2025 - 20:59

Un matrimonio de Carolina del Sur invirtió $125.000 en renovar una lavandería, pero para ellos fue más que un simple negocio.. Foto: Redacción InfoArticulosUn matrimonio de Carolina del Sur invirtió $125.000 en renovar una lavandería, pero para ellos fue más que un simple negocio.. Foto: Redacción InfoArticulos

Erin y Jon Carpenter, una pareja de jóvenes emprendedores, decidieron apostar por un negocio que conocían poco: una lavandería automática. Encontraron un local en Charleston, Carolina del Sur, lo compraron y lo renovaron por completo.

En total, invirtieron US$125.000 para ponerlo en marcha. ‘No teníamos idea de lo que hacíamos’, reconocieron. Y si bien admitieron que al principio perdían dinero, ya comenzaron a equilibrar sus cuentas.

La iniciativa comenzó con Jon. Motivado por los videos que veía en Youtube sobre lavanderías automáticas, el joven –que contaba con formación empresarial– vio una oportunidad de negocio en medio de la inflación creciente de Estados Unidos.

Pensó: ‘¿Qué negocio es bueno en tiempos de recesión y que le va bien?’

Con algo de dinero que había ahorrado tras cerrar un emprendimiento de marketing, empezó a considerar opciones. Cuando tuvo la idea de abrir una lavandería, le propuso a su pareja.

La renovación del local duró tres meses y demandó una inversión adicional de US$75.000. Instalaron un nuevo piso, cambiaron la iluminación, pintaron las secadoras y construyeron una oficina trasera.

También reemplazaron la antigua recepción por un mostrador con taburetes. La pareja confía en el crecimiento del negocio gracias a un nuevo servicio de recogida y entrega que ya pusieron en marcha.

Más allá de los números, la pareja encontró en la comunidad un valor diferencial. ‘Nos enamoramos de la comunidad’, afirmaron. Al abrir el negocio, realizaron una jornada de lavandería gratuita y conocieron a los vecinos de la zona.

Cuando realmente conocieron a la gente, sentimos que era mucho más que una simple lavandería.

A pesar del trabajo que implica mantener el negocio, ambos coinciden en que la decisión valió la pena. Jon resaltó que su objetivo inicial era generar US$1000 mensuales y hoy están por encima de esa cifra.

Para él, el verdadero valor está en lo que construyeron junto a sus clientes. ‘No es un negocio pasivo, sino una comunidad increíble’, dijo.