Un líder opositor nicaragüense en exilio enfrenta cada vez más limitaciones para la democracia

Un líder opositor nicaragüense en exilio enfrenta cada vez más limitaciones para la democracia. Foto: Redacción InfoArticulos

El trabajo de los exiliados es crucial porque "podemos ser la voz de los que no tienen voz" y pueden llegar a instituciones internacionales y contribuir a la economía de Nicaragua, lo que convierte a la diáspora en un actor importante en un eventual escenario de rescate de la democracia. Sin embargo, trabajos como el suyo conllevan un riesgo tremendo. Cada vez que alguien exiliado habla, ponemos en riesgo a nuestros familiares dentro del país, que son utilizados básicamente como rehenes para callarnos. Las autoridades necesitan matar la esperanza, generar en el imaginario colectivo la percepción de que no hay líderes democráticos, de que todos los exiliados se están lucrando del exilio.