Un equipo de arqueólogos creía haber descubierto un artefacto relacionado con la agricultura del pasado, sin embargo, su sorpresa fue mayúscula al darse cuenta de que se trataba de algo mucho más valioso.

La expedición encontró los restos en una zona con artefactos antiguos, sugiriendo un funeral de gran importancia - LA NACION

Por InfoArticulos

Jueves 8 de Mayo de 2025 - 17:18

Un equipo de arqueólogos creía haber descubierto un artefacto relacionado con la agricultura del pasado, sin embargo, su sorpresa fue mayúscula al darse cuenta de que se trataba de algo mucho más Un equipo de arqueólogos creía haber descubierto un artefacto relacionado con la agricultura del pasado, sin embargo, su sorpresa fue mayúscula al darse cuenta de que se trataba de algo mucho más

En las Tierras Altas escocesas, un equipo de arqueólogos ha descubierto una llanta de carruaje forjada en hierro que data aproximadamente del año 200 a.C.

Según los expertos, esta pieza corresponde a la Edad de Hierro y es un hallazgo inusual y significativo para la región.

El descubrimiento fue realizado por el equipo de Avon Archaeology Highland, cuyo director, Andy Young, explicó que este tipo de objetos son extremadamente raros y nunca antes habían sido excavados en esa zona.

La llanta fue encontrada en una fosa junto a una urna de cremación de la Edad del Bronce, herramientas de sílex, cerámica decorada, estructuras neolíticas de madera y sistemas agrícolas medievales.

La ubicación de los objetos dentro de un círculo ceremonial delimitado por una empalizada de madera sugiere un entierro ritual de una figura de alto estatus, posiblemente un líder tribal o jefe de clan.

Los restos hallados incluyen huesos humanos incinerados, cerámica de textura gruesa y huesos de animales, lo que refuerza la hipótesis de un entierro de élite.

Los arqueólogos creen que originalmente se habrían enterrado dos ruedas, aunque una pudo haber sido destruida por maquinaria moderna.

La llanta, construida con hierro forjado, habría servido como refuerzo exterior para una rueda de madera. Su elaboración implicó la técnica de ajuste por contracción, que consiste en calentar el metal para encajarlo a presión sobre la madera y luego enfriarlo rápidamente para fijarlo de manera firme.

La calidad del trabajo sugiere que fue hecha por un herrero muy habilidoso, afirmaron los investigadores, quienes aún esperan resultados de pruebas de datación por radiocarbono para confirmar con mayor precisión su antigüedad.

En cumplimiento con las normas de conservación arqueológica de Escocia, el círculo ceremonial fue vuelto a enterrar tras su documentación. Los artefactos recuperados serán enviados a museos en Inverness y Edimburgo, donde serán estudiados y exhibidos.

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