Un clásico de la gastronomía argentina se encuentra entre los mejores postres del planeta, y sorprendentemente no es la famosa chocotorta.

En esta oportunidad Taste Atlas eligió, dentro de la selección de postres, a un dulce clásico de la gastronomía de todo el territorio nacional.

Por InfoArticulos

Miércoles 12 de Marzo de 2025 - 18:20

Un clásico de la gastronomía argentina se encuentra entre los mejores postres del planeta, y sorprendentemente no es la famosa chocotorta.. Foto: Redacción InfoArticulosUn clásico de la gastronomía argentina se encuentra entre los mejores postres del planeta, y sorprendentemente no es la famosa chocotorta.. Foto: Redacción InfoArticulos

La prestigiosa lista Taste Atlas ha elegido los mejores restaurantes, platos y postres alrededor del mundo. En esta oportunidad, dentro de la selección de postres, se destacó un dulce clásico que es muy querido en Argentina: el dulce de leche.

Entre mitos y verdades, su creación viene de una larga data. El Día Mundial del Dulce de Leche se festeja desde 1998, visto como una iniciativa para rendirle homenaje a lo que fue declarado como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico de la Argentina.

Cuenta la leyenda que el dulce de leche nació en plena disputa entre unitarios y federales. Muy precisamente en una de las quintas de Juan Manuel de Rosas.

La versión más extendida, y la más romántica, es que este manjar nació en Cañuelas el 24 de junio de 1829. Durante el horario de la siesta, Juan Galo de Lavalle se acercó hasta la estancia El Pino para entrevistarse con Rosas y al ver que este no estaba, se acostó a dormir la siesta. Entonces, una cocinera morena que preparaba la lechada (leche de vaca con azúcar para agregar al mate) fue hasta la habitación de su amo y se encontró con el enemigo durmiendo. Entre la confusión dejó de prestarle atención al contenido de la olla y al verlo se encontró con que estaba empastado dando origen al dulce de leche.

Podría decirse que esta fue la versión más extendida en la zona, pero el historiador Daniel Balmaceda menciona orígenes más atrás en el tiempo. Por ejemplo, cuando José de San Martín cruzó a Chile en 1817 le ofrecieron dulce de leche al que calificó como "manjar".

Incluso hay una anécdota, en plena invasión inglesa, sobre el fanatismo del militar William Beresford por los dulces entre los que se encontraba este clásico.

Para otros India e Indonesia son los lugares de su invención. Cuando los conquistadores españoles tomaron las Islas del Poniente y San Lázaro, rebautizándolas Filipinas, lo descubrieron y lo llevaron a América para esparcido por toda la zona.

Ojo porque los brasileños y rusos también tienen su propia leyenda. Los primeros dicen que a mediados del siglo XVIII era una de las producciones más destacadas en Mina Gerais; los segundos lo llaman “varione sgushonka” y ya lo hacían los tártaros, en época de Marco Polo.