En medio de la concentración de las grandes marquesinas que atraen a las celebridades más conocidas, el circuito alternativo ofrece nuevas opciones emocionantes.
Por InfoArticulos
Viernes 16 de Mayo de 2025 - 13:22
Tres nuevos escenarios llegarán pronto a la ciudad, ampliando las opciones para los aficionados del arte dramático en el área metropolitana.. Foto: Redacción InfoArticulos
En sintonía con la creciente oferta de los teatros comerciales, cada vez son más las propuestas independientes que buscan alimentar al circuito teatral, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en sus alrededores.
En Villa Crespo, el Teatro Gargantúa se mudó y está listo para inaugurar una nueva etapa, mientras que en Palermo el Teatro Armenia apuesta por espectáculos de calidad con entradas a un precio accesible. En la Zona Norte de la provincia de Buenos Aires, el municipio de San Fernando sorprendió con la apertura de una sala para 500 espectadores que busca encender la curiosidad artística de los vecinos.
El nuevo Teatro Gargantúa, en pleno Villa Crespo
A fines de 2024, el Teatro Gargantúa bajó el telón y el barrio de Chacarita. Ahora, está listo para reabrir sus puertas con una nueva programación que incluye obras de teatro, danza y música.
En Palermo, el Teatro Armenia se caracteriza por su energía amable y por una gran variedad de propuestas artísticas. Dentro de su programación, el teatro ofrece shows de stand-up, espectáculos teatrales y un ciclo de cine nacional que incluye la proyección de grandes clásicos de la historia audiovisual argentina.
El Teatro Otamendi, la apuesta de Zona Norte
El nuevo Teatro Otamendi, una sala moderna para 500 espectadores que completa al ‘Paseo Cultural Otamendi’ junto al Palacio Belgrano restaurado. El pasado 12 de abril, el barrio de San Fernando celebró la apertura del Teatro Otamendi acompañado del fervor de la agrupación de murga uruguaya Agarrate Catalina.
La inauguración de la sala, que se ubica en el histórico predio del Palacio Otamendi, representa una novedad en la zona. ‘Era un palacio antiguo que perteneció a la familia Belgrano, luego a los Otamendi que hicieron allí un asilo para mujeres. Finalmente, fue adquirido por el Gobierno Nacional, pero tras muchos años de vandalismo, intrusión y saqueos en 2016 el municipio de San Fernando logró obtener la posesión. A partir de ahí el lugar fue restaurado y pensado como un gran polo cultural y un paseo abierto’, destacó Horacio Telias, uno de los referentes del espacio, en diálogo con LA NACION.