Sin pretextos: la hora de la verdad llega

Es sorprendente cómo el Senado encuentra pretextos cada semana para retrasar la discusión de un proyecto de ley que requiere urgencia.

Por InfoArticulos

Sábado 26 de Abril de 2025 - 03:54

Sin pretextos: la hora de la verdad llega. Foto: Redacción InfoArticulosSin pretextos: la hora de la verdad llega. Foto: Redacción InfoArticulos

No fue la primera oportunidad en los últimos 15 días, sino la segunda, en que el Senado parece haber encontrado la excusa perfecta para demorar una vez más el tratamiento del proyecto de ley de ficha limpia, tendiente a prohibirles a condenados en segunda instancia presentarse a competir por cargos electivos.

La primera había sido producto de un sonoro fracaso, aunque existen sospechas –y nada demuestra lo contrario hasta ahora– de que aquella postergación no fue casual ni, mucho menos, ingenua. Hace dos semanas, el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (Alianza La Libertad Avanza-San Luis), quien precisamente había convocado a sesionar para tratar ficha limpia, decidió desactivar la sesión especial para tratar ese tema tras el rechazo de los pliegos que nominaban a Ariel Lijo y a Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema. La excusa en aquel momento fue que no se encontraba asegurada la mayoría calificada de 37 senadores constitucionalmente exigida para sancionar una reforma electoral.

Esta última semana, la justificación para no sesionar fue la muerte del papa Francisco, un parate que, de haber podido opinar el fallecido pontífice, seguramente lo hubiera criticado, y no solo por su profunda convicción de que alguien con antecedentes penales no debería aspirar a cargos electivos.

El eje de la ley apunta a los delitos de fraude en perjuicio de la administración pública, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, exacciones ilegales, enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados, y encubrimiento, todos ellos previstos en el Código Penal.

¿Será que quienes se oponen radicalmente y sin mayores argumentos que la defensa corporativa temen que se descubran delitos que los cuentan como protagonistas o tal vez como encubridores? ¿Hay dudas de que debería ser intachable alguien que aspire a presentarse como candidato a un cargo electivo?

Sería recomendable que muchos de quienes se oponen a la ley de ficha limpia releyeran, como mínimo, el artículo 36 de la Constitución nacional, que dispone que atentará contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos.

A esta altura de las evidencias, de los hechos y de los comportamientos, huelga decir que no hay más excusas para mejorar el sistema. La ley de ficha limpia no es una opción. Es un imperativo.