Se necesitaron 266 años para que al fin un estadounidense llegara a la silla del Papa Pedro.
Por InfoArticulos
Jueves 8 de Mayo de 2025 - 18:32
Robert Francis Prevost, un religioso con raíces latinas, ha roto una barrera para la comunidad católica en Estados Unidos.. Foto: Redacción InfoArticulos
El cardenal Robert Francis Prevost, un sacerdote estadounidense con una larga trayectoria en la Iglesia católica, ha sido nombrado administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo en Perú. Fue elevado al episcopado en 2015 y se convirtió en obispo de Chiclayo. Prevost obtuvo la ciudadanía peruana en 2015, lo que aumentó las expectativas en el país sobre sus posibilidades de ser papa. El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) de Perú confirmó que la institución tiene registrado a Robert Prevost como ciudadano desde 2015. Durante su tiempo en Perú, también desempeñó un papel activo en la Conferencia Episcopal Peruana, al servir como segundo vicepresidente y miembro del consejo permanente entre 2018 y 2023. Como obispo de Chiclayo, se opuso a un plan del gobierno para agregar enseñanzas sobre género en las escuelas. Aunque en Perú muchos lo elogian por apoyar a los inmigrantes venezolanos y visitar comunidades remotas, el cardenal quedó en el ojo del huracán por denuncias de presunto encubrimiento de sacerdotes acusados de abusos sexuales. La diócesis de Chiclayo negó categóricamente todas las acusaciones y apuntó a que la renovada campaña de desprestigio contra Prevost previa al conclave estaba relacionada con la salida -presentada como renuncia- de José Antonio Eguren, exarzobispo de Piura y miembro destacado del movimiento católico ultraconservador Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), con base en Perú y disuelto en enero pasado por decisión de Francisco por casos de abusos y maniobras financieras opacas. Sobre los casos de abusos que sacudieron a la Iglesia, el cardenal norteamericano reclamó 'ser transparentes y acompañar a las víctimas'. Entre sus excompañeros de adolescencia, no tienen dudas sobre las intenciones de Prevost. 'Es increíblemente amable. Pienso en Robert como un alma compasiva. Tiene una agenda de bondad y compasión, igual que nuestro anterior papa', dice John Doughney, otro graduado de la escuela primaria de St. Mary en 1969. 'En aquel entonces era bastante evidente que ese sería su camino', añade, en referencia al sacerdocio de su antiguo compañero. 'Para él, creo que era una verdadera vocación. E incluso siendo adolescente, sabía lo que quería hacer y adónde quería llegar'. Aunque seguramente Prevost llegó hoy mucho más lejos de lo que alguna vez pudo imaginar.