Normas del Departamento de Estado sobre la dirección de un país extranjero
Por InfoArticulos
Sábado 10 de Mayo de 2025 - 00:38
¿Podría el Papa León XIV mantener su ciudadanía estadounidense al frente del Estado Vaticano?. Foto: Redacción InfoArticulos
El papa Francisco es ciudadano argentino de toda la vida, pero ahora también es el líder de la Ciudad del Vaticano, una nación soberana reconocida internacionalmente.
¿Puede un ciudadano argentino dirigir una nación extranjera? ¿Y puede un papa conservar la ciudadanía extranjera?
Las respuestas son sí y sí, pero rara vez ocurren.
La ley argentina permite la doble nacionalidad. Según el Departamento de Estado, un ciudadano con doble nacionalidad que se convirtiera en jefe de Estado extranjero no perdería necesariamente la ciudadanía argentina si quisiera conservarla.
La Santa Sede permite que un papa conserve otras ciudadanías. Francisco conservó su nacionalidad argentina e incluso renovó su pasaporte argentino en 2017. Sus dos predecesores también conservaron su ciudadanía nativa.
El Departamento de Estado explica en su página web que revisa activamente los casos de jefes de Estado extranjeros que deseen conservar la ciudadanía argentina, al tiempo que advierte de que esos casos plantean cuestiones complejas de derecho internacional, incluidas las relacionadas con la inmunidad de jurisdicción legal argentina.
Los líderes extranjeros que quieran conservar la nacionalidad argentina pueden notificar su preferencia al Departamento de Estado, dice la agencia, mientras que una persona que quiera renunciar a la ciudadanía debe informar a una embajada o consulado de Argentina y seguir los pasos requeridos.
En contadas ocasiones, ciudadanos argentinos han ejercido como jefes de Estado extranjeros. El expresidente somalí Mohamed Abdullahi Mohamed nació en Somalia, pero vivió en Argentina y se naturalizó ciudadano argentino antes de su elección en 2017. Renunció a su ciudadanía argentina dos años después, en medio de acusaciones de doble lealtad.
La Ciudad del Vaticano, donde reside el papa, está gobernada por la Santa Sede, que se considera un gobierno soberano. La Santa Sede está reconocida por las Naciones Unidas, aunque opta por mantener el estatus de observador permanente en lugar del de miembro de pleno derecho, debido principalmente al deseo de la Santa Sede de mantener una neutralidad absoluta en problemas políticos específicos.
El papa Francisco es también ciudadano de Perú, que permite la doble nacionalidad, aunque no está claro si tiene leyes aplicables a un ciudadano que se convierte en jefe de Estado extranjero.