La vida de Tamara Bunke estuvo marcada por la música, las estrellas y un llamado a la subversión.

La vida de Tamara Bunke estuvo marcada por la música, las estrellas y un llamado a la subversión.. Foto: Redacción InfoArticulos

En la búsqueda de un libro en mi biblioteca, encontré una carta escrita a mano por Nadia Bunke el 04 de mayo de 2001. En el renglón final decía: “Tamara nunca fue amante del Che”. Esta historia se conecta con la música de manera inesperada.

Tamara, conocida como “Tania, la guerrillera”, era hija de Nadia y Erich Bunke, inmigrantes alemanes que se exiliaron en Argentina en 1935. Nadia era una rusa judía, profesora de alemán en la oficina comercial de la Unión Soviética en Berlín, y junto a Erich, militante del Partido Comunista. La Argentina los salvó, un país lejano, pacífico y abierto a los extranjeros.

Hace 25 años entrevisté a Nadia Bunke en Berlín. Después de varias conversaciones aceptó que escribiera una nota. Era la primera vez que concedía un reportaje a un medio argentino y probablemente la última, ya que tenía 90 años. Me encontramos en el Café Einstein frente a la embajada rusa en Unter den Linden y Glinkastraße.

La música fue clave para entrar al territorio boliviano y a la subversión bajo las órdenes del Che, de quien Tamara se había quedado deslumbrada cuando brindó una conferencia en Leipzig. La música fue también la herramienta que le permitió recoger y encubrir la información con la que contribuyó a la lucha armada.

En la Alemania del Este, 242 agrupaciones le rindieron tributo. Escuelas, hogares, centros infantiles y hasta una compañía del ejército popular llevaban el nombre de Tamara Bunke con su rostro como estandarte. Hasta la Caída del Muro, que no dejó símbolo en pie.

Meses después de publicar el artículo, Nadia manifestó su disconformidad por haber citado una frase de The New York Times que caracterizaban a Tamara como una triple agente al servicio de Cuba, la KGB y la Stasi. Para su madre era la imagen ofensiva de “la prensa reaccionaria”. Y en respuesta a mi nota me entregó un papel donde decía: “Nadia Bunke, licenciada en economía declara: Tamara-Tania nunca fue agente alemana. Nunca fue agente soviética. Nunca fue amante del Che. Fue su combatiente y cayó en Bolivia como él”.