La vida de supervivencia de un hombre que sobrevivió al hundimiento del Titanic y a la Primera Guerra Mundial, enfrentando incluso la pérdida de sus piernas, pero encontró su verdadera gloria en el tenis

El tenista Richard Norris Williams superó múltiples desafíos y se convirtió en un destacado campeón de la Copa Davis gracias a su habilidad en el deporte.

Por InfoArticulos

Martes 13 de Mayo de 2025 - 21:43

La vida de supervivencia de un hombre que sobrevivió al hundimiento del Titanic y a la Primera Guerra Mundial, enfrentando incluso la pérdida de sus piernas, pero encontró su verdadera gloria en elLa vida de supervivencia de un hombre que sobrevivió al hundimiento del Titanic y a la Primera Guerra Mundial, enfrentando incluso la pérdida de sus piernas, pero encontró su verdadera gloria en el

La historia de vida de Richard Norris Williams es un relato épico que podría ser la trama de una película dramática. Sin embargo, todo lo que vivió este hombre está documentado.

Nacido el 29 de enero de 1891 en Ginebra, Suiza, en el seno de una familia acomodada, Richard fue un niño prodigio del tenis desde muy joven. Su talento y dedicación lo llevaron a convertirse en uno de los mejores jugadores de su época.

En 1912, se embarcó en el RMS Titanic con destino a Nueva York para competir en el US Open. Sin embargo, la tragedia del hundimiento del barco cambió el curso de su vida. A pesar de haber sobrevivido al desastre, Richard sufrió graves heridas en las piernas y tuvo que enfrentar un largo proceso de recuperación.

Doce semanas después del accidente, ya estaba nuevamente en las canchas, en un partido de exhibición contra Karl Behr, otro sobreviviente del Titanic. Ese mismo año disputó el US Open y, aunque cayó en la final, al año siguiente se consagró campeón.

En 1916, repitió el logro y fue considerado por la prensa especializada como el segundo mejor tenista del mundo. Sin embargo, esta no sería la única tragedia que debería afrontar. En 1917, se alistó como voluntario en las Fuerzas Expedicionarias de Estados Unidos y combatió en Francia durante la Primera Guerra Mundial.

Fue herido y condecorado con la Croix de Guerre y la Legión de Honor por su valentía. Después de este paso por una de las batallas más crudas de la historia, volvió al continente americano. En 1920 ganó Wimbledon en dobles y, un año después, lideró el equipo estadounidense que conquistó la Copa Davis.

Esa sería la primera de cinco veces (1913, 1921, 1923, 1925 y 1926) que levantaría el trofeo, con un récord de 10 triunfos y solo tres derrotas. En los Juegos Olímpicos de París 1924, logró la medalla dorada en dobles mixtos.

Estuvo a punto de retirarse por un fuerte dolor en el tobillo, pero su compañera lo convenció: “Sobreviviste al Titanic y a la guerra, no te puedes rendir ahora”. Se retiró oficialmente en 1935, a los 44 años, un hecho poco habitual para la época.

Más allá de sus hazañas deportivas, también fue una persona que estudió mucho el mundo de las finanzas, lo que lo convirtió, tras su retiro, en agente de inversiones y lo llevó a presidir la Sociedad Histórica de Pensilvania durante más de dos décadas.

A pesar de haber sido una estrella de su época en el tenis y ser reconocido en el mundo entero por sus grandes hazañas, años después de su muerte (el 2 de junio de 1968), su viuda recordó en una entrevista que Richard era una persona desapegada de las riquezas materiales, que adoraba pasar tiempo en familia.

Una de las anécdotas más sorprendentes al respecto es que ninguno de sus familiares pudo quedarse como recuerdo con uno de sus trofeos, ya que mandó fundir los 162 que recibió para formar una bandeja y utilizó el único restante como tabla de cocina.