La Universidad se convierte en un referente en la lucha contra los cambios impuestos por el gobierno en las instituciones de élite.
Por InfoArticulos
Lunes 14 de Abril de 2025 - 21:29
La Universidad de Harvard ha desestimado las demandas del presidente estadounidense, lo que podría provocar una pérdida significativa de inversiones públicas por valor de 9.000 millones de dólares
Nueva York.- La prestigiosa Universidad de Harvard rechazó este lunes las exigencias de la administración del presidente Donald Trump, que amenazó con cortar 9000 millones de dólares en financiamiento con el argumento de que permite el antisemitismo en el campus.
En una carta firmada por dos abogados de la Universidad dirigida a la administración republicana, Harvard, uno de los centros educativos más prestigiosos del mundo, asegura que “no renunciará a su independencia ni a los derechos que le garantiza la Constitución”.
Estudiantes en protesta contra la guerra en Gaza y transeúntes que caminan por Harvard Yard son vistos en un campamento en la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, el 25 de abril de 2024. Ben Curtis - AP
“Ni Harvard ni ninguna universidad privada puede permitir que el gobierno federal la controle”, dice la misiva. “Harvard no está dispuesta a aceptar exigencias que van más allá de la autoridad legítima de esta administración o de ninguna otra”.
Es la primera universidad que se enfrenta al intento del gobierno de imponer cambios en las instituciones de élite.
A principios de abril, la administración del presidente republicano hizo una serie de exigencias a la dirección de la universidad, en particular, el fin de los programas DEI (diversidad, igualdad e inclusión) y cambios en los programas que “alimentan el acoso a estudiantes judíos”.
El gobierno ya ha cortado por las mismas razones 400 millones de dólares en contribuciones federales a la Universidad de Columbia, en Nueva York, que se comprometió a llevar a cabo reformas drásticas exigidas por la administración para tratar de recuperar estos fondos.
La postura del gobierno ha generado críticas, incluyendo las de dos sindicatos –la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios (AAUP) y la Federación Estadounidense de Maestros– que presentaron una demanda el mes pasado alegando que la administración violó la Primera Enmienda y la ley de derechos civiles al cancelar unilateralmente la financiación a Columbia.
Otros, como algunos exalumnos, argumentaron que la escuela –como muchas universidades de investigación– depende tanto de los fondos federales que debe cumplir, y que ya ha comenzado a implementar cambios en línea con las exigencias del gobierno. Hasta ahora, Columbia no ha recuperado su financiamiento.
En Harvard, muchos han pedido a la universidad que resista. En un editorial reciente, el Harvard Crimson instó: “Harvard debería trabajar junto a otras universidades para oponerse, liderando la lucha contra los ataques incesantes de la administración Trump a la educación superior”.