La ilusión de las certezas obvias
Por InfoArticulos
Miércoles 21 de Mayo de 2025 - 03:58
La ilusión de las certezas aparentes. Foto: Redacción InfoArticulos
Recuerdo cuando empecé la universidad, la oposición de mi familia fue implacable. En ese momento lo experimenté como una afrenta personal (mi carácter no es precisamente el más difícil), y después, con los años, entendí que ambos sentían una genuina preocupación por mi futuro patrimonial y, de paso, proyectaban bastante, cosa que todos hacemos. Mamá porfiaba con que me buscara un empleo en el Estado, porque eso era lo más seguro; papá, que me graduara de ingeniero o, en el peor de los casos, de abogado, porque, sostenía, “no habría modo de vencerme en un debate”.
—Si no la ganas, la empatías —me decía. Lo más interesante era que cuando le respondía que en realidad era al revés, y que en inglés hay entre 15 y 19 sonidos vocálicos, mientras que el español tiene entre cinco y seis (según el dialecto), descartaba el argumento con el proverbial: “Eso son tecnicismos; mi explicación es la más obvia y por lo tanto es cierta”.
No era menos incorrecta, su teoría, que la que asegura que al usar emojis escribimos con jeroglíficos, como los egipcios, y con eso esperan demostrar que la civilización ha retrocedido 5000 años. Bueno, señores, hace dos siglos que están equivocados. En 1822 Jean-François Champollion publicó su primer descifrado de la Piedra de Rosetta y demostró que los jeroglíficos egipcios no eran ideográficos, sino fonéticos.
Hay que estar atento a esta relojería siniestra en la que lo obvio pasa por cierto y la explicación más medulosa, técnica, comprobada y científica es un bien suntuario o, peor, un síntoma de debilidad. Se le rieron en la cara a Pasteur y obligaron a Galileo a retractarse, basándose en esta idea espeluznante de que no se requiere otra evidencia que lo evidente.
Después, es cierto, y como ocurre cada vez, la verdad se impuso, las vacunas han salvado más vidas que cualquier otra tecnología en la historia de la humanidad y, además, sí, Eppur si muove. Pero en el medio mucha gente buena sufrió mucho durante mucho tiempo, y ahí es donde el resorte se vuelve siniestro.