La icónica historia del Eternauta se lleva al máximo nivel en su nueva versión para Netflix, después de haber sido un caso emblemático en la Corte Suprema de la Argentina.

La icónica serie El Eternauta se convirtió en una realidad después de su paso por la Corte Suprema y ahora llega a la plataforma de streaming más popular del país, Netflix.

Por InfoArticulos

Viernes 16 de Mayo de 2025 - 03:47

La icónica historia del Eternauta se lleva al máximo nivel en su nueva versión para Netflix, después de haber sido un caso emblemático en la Corte Suprema de la Argentina.. Foto: Redacción InfoALa icónica historia del Eternauta se lleva al máximo nivel en su nueva versión para Netflix, después de haber sido un caso emblemático en la Corte Suprema de la Argentina.. Foto: Redacción InfoA

El Eternauta, esa historieta que forma parte del corazón cultural argentino, llegó a Netflix en forma de serie y ya es un éxito. Pero lo que muchos no saben es que, antes de aparecer en las pantallas, tuvo que atravesar un camino largo y lleno de obstáculos.

No técnicos ni creativos, sino legales. Porque para que esta historia pudiera contarse de nuevo, primero había que hacer justicia.

Todo empezó hace décadas, cuando Héctor Germán Oesterheld -guionista y creador de El Eternauta- fue secuestrado y desaparecido durante la última dictadura militar. También lo fueron, lamentablemente, sus cuatro hijas. Su esposa, Elsa Sánchez, quedó sola.

En ese contexto de pérdida y sufrimiento, el legado de Oesterheld se convirtió en un símbolo de resistencia y lucha por la justicia. Y es precisamente eso lo que ha llevado a El Eternauta a llegar a Netflix con su historia legal resuelta.

El fallo del tribunal no solo protegió los derechos de una familia, sino que también dejó una lección importante: la propiedad intelectual no es solo un papel o un trámite. Es el reconocimiento de un autor. Es respetar su obra, su legado y su lucha.

Y es precisamente eso lo que ha permitido a El Eternauta llegar a Netflix con su identidad intacta. Una serie que no solo cuenta historias de ciencia ficción, sino también una verdad restituida.

Porque, a veces, para que una historia pueda contarse con libertad, primero tiene que ser defendida con justicia.