La Gendarmería ha entregado a la justicia los informes provisionales sobre el ataque sufrido por el fotógrafo Pablo Grillo.

La cámara que llevó al Congreso el 12 de marzo solo entregó su material; la otra, según la fuerza, nunca se activó y en el entregado hay agujeros en momentos clave de la grabación.

Por InfoArticulos

Jueves 22 de Mayo de 2025 - 17:11

La Gendarmería ha entregado a la justicia los informes provisionales sobre el ataque sufrido por el fotógrafo Pablo Grillo.. Foto: Redacción InfoArticulosLa Gendarmería ha entregado a la justicia los informes provisionales sobre el ataque sufrido por el fotógrafo Pablo Grillo.. Foto: Redacción InfoArticulos

La Gendarmería entregó en la Justicia el contenido de una de las dos cámaras llevadas por la fuerza de seguridad a la movilización frente al Congreso, el pasado 12 de marzo, cuando el fotógrafo Pablo Grillo fue herido de gravedad al ser alcanzado por el casquillo de una granada de gas.

El material –solicitado por la jueza María Servini en el marco de la investigación sobre lo ocurrido aquel día– es el registro de las cámaras que algunos de los efectivos llevan en su casco. Pero la fuerza que depende del Ministerio de Seguridad, que dirige Patricia Bullrich, hizo entrega parcial de lo solicitado por la jueza.

Por un lado, en el registro fílmico que dispone la Justicia se observa cómo uno de los gendarmes dispara contra Grillo. Sin embargo, tal como muestra la reconstrucción que hizo LA NACIÓN de lo sucedido aquel día, en base a distintos registros audiovisuales, no se trata del lanzamiento que se produce justo antes de que el fotógrafo Grillo cayera al piso y fuera auxiliado por colegas, sino de otro disparo que también fue realizado de forma horizontal, a contramano de lo que indica el manual de uso.

Además, según el propio material que el Ministerio de Seguridad entregó a la Justicia, los cartuchos de carga química son ‘extremadamente peligrosos al impacto directo’ y que por ello ‘no son convenientes para dispersar tumultos o manifestaciones’.

Como parte de las primeras medidas al frente de la cartera de Seguridad, Bullrich derogó un protocolo de seguridad instaurado por la exministra Nilda Garre en 2011 que regulaba el comportamiento de las fuerzas de seguridad en manifestaciones públicas y entre cuyos puntos se incluía la necesidad de dejar un registro audiovisual de los procedimientos policiales para futuras audiciones.

El protocolo que instauró la ministra Bullrich en su lugar exhibió dos caras. Por un lado, resultó ser un complemento eficaz para erradicar, sin heridos ni incidentes de gravedad, las protestas callejeras de las movilizaciones sociales; pero, por el otro, exhibió inconvenientes a la hora de contener las convocatorias que los jubilados realizan los días miércoles, en ocasiones, nutridas también por movimientos sociales y sindicatos.