La empresa rusa especializada en la fabricación de cosechadoras ha decidido suspender su producción debido a un significativo descenso en las solicitudes de los productores agrícolas.

La empresa rusa especializada en la fabricación de cosechadoras ha decidido suspender su producción debido a un significativo descenso en las solicitudes de los productores agrícolas.. Foto: Redacc

El mayor fabricante ruso de cosechadoras y tractores, Rostselmash, ha anunciado que la demanda de sus máquinas se ha desplomado debido a la falta de fondos en el sector agrícola. Como resultado, la empresa ha decidido suspender la producción a partir de junio y recortar costos.

La medida es forzosa y se debe al actual contexto económico del sector agrícola, según afirma la empresa en un comunicado. Los agricultores no disponen de fondos para adquirir los equipos que necesitan, lo que ha provocado una importante caída del mercado.

El encarecimiento de los préstamos se suma a otros problemas, como los elevados derechos de exportación y el aumento del costo del combustible y los fertilizantes. Esto hace que la agricultura no sea rentable en muchas regiones y socava la ambición de Rusia de convertirse en una superpotencia agrícola.

La estricta política monetaria del banco central ha hecho inaccesibles los préstamos comerciales para la mayoría de los agricultores, que los utilizan principalmente para comprar nuevos equipos. Las ventas de todos los fabricantes rusos de maquinaria agrícola han caído un 76% en el caso de las cosechadoras de grano, un 49% en el de las picadoras de forraje y un 48% en el de los tractores, en comparación con el mismo periodo de 2021.

La empresa ha despedido a 2.000 trabajadores desde el otoño boreal de 2024, según su director general, Konstantin Babkin. En los últimos años, Rostselmash se había beneficiado del auge de la agricultura rusa y había expulsado con éxito a competidores extranjeros, convirtiéndose en un ejemplo de