Un recorrido que atraviesa por valiosas ruinas prehispánicas, edificios coloniales de adobe, paisajes de dunas y emocionantes aventuras mineras, además de tranquilizantes baños termales.
Por InfoArticulos
Miércoles 21 de Mayo de 2025 - 06:46
La combinación perfecta de naturaleza y belleza arquitectónica se encuentra en este lugar mágico.. Foto: Redacción InfoArticulos
El viaje comenzó con una camioneta que nos llevó a las dunas de Tatón, un extenso arenal de dunas bajas que se extienden casi hasta las estribaciones del cordón San Buenaventura. Luego, tomamos el camino que lleva a las termas, donde encontramos piletones de piedra diseñados al aire libre entre los murallones de la montaña. El agua de vertiente es beneficiosa para diversas afecciones y promete baños relajantes. Los piletones son 14 y las temperaturas oscilan entre los 45 y 32 grados. Finalmente, visitamos el Museo del Hombre, donde se exhiben dos cuerpos momificados por proceso natural pertenecientes a la cultura Bélen. La muestra de minerales y la colección de alta montaña se vinculan a Fiambalá por ser el inicio de la ruta de los Seismiles, y en el museo se hace un recorrido histórico de las diferentes expediciones.