Esto es el Stargaze, el avión supersónico con tecnología de la NASA que se está construyendo en Texas

La nueva nave espacial podría alcanzar alturas récord y costará una fortuna, gracias al respaldo de la NASA.

Por InfoArticulos

Domingo 11 de Mayo de 2025 - 22:47

Esto es el Stargaze, el avión supersónico con tecnología de la NASA que se está construyendo en Texas. Foto: Redacción InfoArticulosEsto es el Stargaze, el avión supersónico con tecnología de la NASA que se está construyendo en Texas. Foto: Redacción InfoArticulos

La industria aeroespacial se acerca a una nueva etapa de vuelos comerciales de alta velocidad. Desde Texas, la firma Venus Aerospace presentó los últimos avances del Stargazer, su ambicioso proyecto de avión hipersónico capaz de reducir de ocho a una hora el trayecto entre Nueva York y Londres.

Detalles del Stargazer, con motor supersónico apoyado por la NASA

La clave detrás del potencial de la aeronave Stargazer está en su nuevo motor experimental, desarrollado con apoyo de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), que podría alcanzar velocidades de Mach 6, unas seis veces la velocidad del sonido.

Stargazer, El Avión Hipersónico

El corazón del avión supersónico Stargazer es el Venus Detonation Ramjet VDR2, un motor capaz de alcanzar 4600 millas por hora (7400 km/h) y operar a una altitud de más de 33.000 metros. Según detalló la empresa, este motor permitirá que el avión alcance velocidades récord.

Características principales del Stargazer:

Velocidad máxima: Mach 6 (7400 kilómetros por hora).

Mach 6 (7400 kilómetros por hora). Altitud de vuelo: más de 33.000 metros.

más de 33.000 metros. Autonomía: 5600 kilómetros en una hora.

5600 kilómetros en una hora. Costo estimado: 33 millones de dólares.

¿Qué es un avión hipersónico y por qué podría cambiar la forma de volar?

Mientras los aviones comerciales actuales alcanzan velocidades promedio de entre 800 y 900 km/h, un avión hipersónico promete volar a más de 5700 kilómetros por hora. Esta tecnología permitiría cubrir la distancia entre Londres y Nueva York –unos 5570 kilómetros– en apenas una hora.

La idea de volar a gran velocidad no es nueva. De hecho, el Concorde, retirado en 2003, demostró que los vuelos supersónicos eran posibles. Sin embargo, su alto costo operativo, las restricciones ambientales y algunos accidentes fatales limitaron su continuidad. Hoy, una nueva generación de jets busca retomar esa ambición con soluciones más eficientes.