En Ecuador, la izquierda pierde terreno y el panorama político de América Latina experimenta un cambio significativo.

El triunfo de Daniel Noboa refuerza una coalición más cercana a Estados Unidos en América del Sur, obstaculizando así el ascenso de la segunda oleada rosada.

Por InfoArticulos

Lunes 14 de Abril de 2025 - 23:45

En Ecuador, la izquierda pierde terreno y el panorama político de América Latina experimenta un cambio significativo.. Foto: Redacción InfoArticulosEn Ecuador, la izquierda pierde terreno y el panorama político de América Latina experimenta un cambio significativo.. Foto: Redacción InfoArticulos

QUITO.- Felicitaciones a Daniel Noboa, que será un maravilloso líder para Ecuador. ¡No lo defraudará! dijo Donald Trump desde su red Truth Social tras conocer la victoria del líder de Acción Democrática Nacional (ADN), quien siente en parte suya. El presidente electo mantuvo su apoyo a la organización electoral Súmate, cuya fundadora es María Corina Machado. La derrota en Ecuador desplaza ahora las energías del bloque de izquierdas hacia Bolivia, donde han intentado mediar en la guerra fratricida de dos de sus líderes, Luis Arce y Evo Morales. La oposición fragmentada tiene posibilidades de conquistar el poder en las elecciones de agosto si la revolución indígena no es capaz de conformar una candidatura en torno a Andrónico Rodríguez, el joven relevo de ambos. En la región suramericana, Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, Bolivia y Uruguay militan en la misma marea rosa, pese a diferencias internas muy marcadas. Con Ecuador se hubieran igualado los mejores tiempos de Hugo Chávez, pero sin México, que ahora forma parte de la marea rosa, junto a Honduras, Nicaragua y Cuba. Esta por verse si se produce al final un choque de trenes por el ‘fraude’ en Ecuador. Y también si Noboa se acaba sumando al bloque más cercano a Trump. Si bien no comparten una posición política común (Noboa se define como un socialdemócrata moderado) tienen una afinidad en la visión empresarial sobre el Estado. Además comparten amigos en común, como Robert Kennedy, entre otros. El Movimiento al Socialismo se encuentra en medio de las disputas internas entre los leales a Morales y Arce, su heredero político Juan Karita - AP La derrota en Ecuador desplaza ahora las energías del bloque de izquierdas hacia Bolivia, donde han intentado mediar en la guerra fratricida de dos de sus líderes, Luis Arce y Evo Morales. La oposición fragmentada tiene posibilidades de conquistar el poder en las elecciones de agosto si la revolución indígena no es capaz de conformar una candidatura en torno a Andrónico Rodríguez, el joven relevo de ambos. Después de 20 años (con el paréntesis de Jeanine Áñez), el Movimiento Al Socialismo (MAS) está a punto de perder el poder y la oposición tiene una oportunidad única para mover el eje de su apoyo a la alianza bolivariana. De ser así, se sumaría a la nueva corriente azul para balancear el peso de la región hacia las fuerzas más liberales, gran noticia ante la inestabilidad e incertidumbre del planeta.