El valle dorado y ardiente de la región

Un bosque íntimo y familiar, los colores vibrantes de las estaciones y una serie de fotografías intervenidas con el título 'Apuntes de la Naturaleza', que hasta el próximo martes Ana Leda Werthein exhibe en Dain Usina Cultural - LA NACION

Por InfoArticulos

Martes 27 de Mayo de 2025 - 09:08

El valle dorado y ardiente de la región. Foto: Redacción InfoArticulosEl valle dorado y ardiente de la región. Foto: Redacción InfoArticulos

Un viaje en silencio, un recorrido por la naturaleza a través de las obras de Ana Leda Werthein.

La artista, licenciada en historia del arte y psicología, expone hasta el 3 de junio su ciclo 'Apuntes de la Naturaleza' en la librería y galería Dain Usina de Arte, en Nicaragua y Thames.

El título de la exposición es un juego de palabras que refleja la idea de que la naturaleza es un tema complejo y multifacético, que puede ser abordado desde diferentes ángulos y perspectivas.

La obra inicial del ciclo es un acrílico texturado titulado 'Caosmos', que combina elementos de caos y cosmos en una sola pieza. Las 15 obras en exposición son fotografías intervenidas con la técnica y el criterio de una pintora que se vale de recursos digitales.

Las imágenes fueron transferidas a placas de acero plateado o dorado y libradas a los colores que integran la 'paleta' digital de la autora. El resultado de esas intervenciones es un efecto de encantamiento que hace que la naturaleza se vuelva otra cosa, materia de sueño, atmósfera.

La curadora Carla Rey destaca en su presentación que lo natural se vuelve otra cosa, materia de sueño, atmósfera. La palabra 'apunte' introduce al tiempo desde el título y genera asociaciones, trae ecos, pone a trabajar la memoria y el delirio.

El Diccionario de la Lengua Española define 'apunte' como un dibujo rápido tomado del natural. En este caso, no estamos ante un dibujo, sino ante una imagen captada por una máquina con una rapidez que no tiene el lápiz.

La exposición es un viaje en silencio a través de la naturaleza, un recorrido por las obras de Ana Leda Werthein. Cada una de las quince piezas puede ser interpretada una y otra vez por quien las mira, llevando al espectador a completarlas con la fantasía y a contemplarlas colaborando en su creación.

La falta deliberada de 'terminación' de estos 'apuntes' es difícil de disimular, lograr y que alcance verosimilitud. Si se consigue, se puede ver la cultura naturalizada por el tiempo, vuelta a ser tierra; y la naturaleza sometida a las acciones humanas y a los cambios estacionales.

La exposición es un abuso sin límites y sin castigo que solo el arte nos permite. ¿Acaso la lectura no es el vicio impune?