En Buenos Aires, buscar un lugar para alquilar se vuelve más sencillo: con una mayor cantidad de opciones disponibles y precios que disminuyen en términos reales, el mercado cambia sus pautas - LA NACION
Por InfoArticulos
Viernes 23 de Mayo de 2025 - 02:00
El tiempo de espera para alquilar un departamento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es considerablemente largo.. Foto: Redacción InfoArticulos
Desde que se derogó la ley de alquileres en diciembre de 2023, las reglas para alquilar un departamento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) han cambiado completamente: propiedades que en 2023 se alquilaban en horas hoy pueden demorar más de tres semanas en cerrar contrato.
En un mercado reconfigurado tras la derogación de la normativa y con un crecimiento exponencial de la oferta, los tiempos se estiran, los precios reales bajan y los inquilinos recuperan poder de negociación.
Según un informe reciente del Colegio Argentino de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba), el valor de los alquileres para vivienda se encuentra a la baja en términos reales -es decir, suben por debajo de la inflación- desde enero de 2024. En promedio, la caída fue del 34%, aunque en algunos casos ya se detectan reducciones en valores nominales.
Esto quiere decir que los precios no solo pierden contra la inflación, sino que en ciertos departamentos publicados están bajando directamente al no alquilarse.
"Hoy la negociación entre partes funciona muy bien y la realidad es que ya el propietario tiene menos fuerza al momento de negociar, porque una propiedad que en 2023 se alquilaba en horas hoy puede demorar más de tres semanas en cerrar contrato", explica Muse.
Uno de los cambios más relevantes desde la derogación de la anterior ley es la predominancia de los cierres de contratos en pesos, con ajustes por Índice de Precios al Consumidor (IPC). Esto generó mayor previsibilidad y aceptación tanto de propietarios como de inquilinos.
"Antes de la derogación de la ley, los propietarios pedían dólares para no quedar desfasados por la inflación. Pero con ajustes por IPC, los propietarios están tranquilos y los inquilinos también", explica Soledad Balayán, titular de Maure Inmobiliaria.
También se consolidó la preferencia por contratos de 24 meses, en lugar del plazo mínimo de tres años que imponía la antigua normativa. La nueva duración es percibida como un compromiso más corto y flexible para ambas partes.
Los nuevos contratos se cierran en pesos y a 24 meses Daniel Basualdo.
La baja real -y en algunos casos nominal- de los precios de los alquileres es uno de los efectos más visibles de esta nueva etapa. La abundante oferta, la presión económica y la necesidad de ocupar rápidamente las unidades vacías llevaron a los propietarios a flexibilizar sus requisitos.
En este contexto, el mercado del alquiler en CABA muestra una tendencia más equilibrada: ya no se impone la urgencia del lado de la demanda, sino la necesidad del lado de la oferta. Y con más opciones sobre la mesa, los inquilinos están aprovechando el nuevo escenario para negociar mejores condiciones.