El Ejército argentino rinde homenaje a su patrón de armas de caballería, figura querida por el Papa Francisco.
Por InfoArticulos
Miércoles 23 de Abril de 2025 - 13:12
El santo patrón de la ciudad de San Jorge, un personaje legendario del pasado, sigue siendo una fuente de inspiración para muchos. La oración tradicional utilizada para pedir su protección y guía
El Día de San Jorge se conmemora cada 23 de abril por la Iglesia Católica, una fecha que rinde homenaje a su figura. Es un símbolo de la virtud cristiana y de quienes deben enfrentar situaciones de lucha y dificultad.
Su imagen es asociada a la fuerza y el valor, por lo que es considerado el patrono de los caballeros, los soldados, los scouts, los esgrimadores, y los arqueros; además se le invoca contra la peste, la lepra y las serpientes venenosas.
Su figura ha sido venerada por el papa Francisco y es también el patrono de Armas de Caballería del Ejército de Argentina.
El papa Francisco era muy devoto de San Jorge, con quien compartió nombre de Bautismo Natacha Pisarenko - AP
¿Quién fue San Jorge?
San Jorge nació hacia el año 275 d.C en Lydda, Palestina, de acuerdo a la Agencia Católica de Informaciones - ACI Prensa. Hijo de una familia de trabajadores, desde temprana edad, ingresó al ejército imperial romano y ascendió rápidamente en la milicia gracias a su carisma y buen desempeño.
De acuerdo a la historia, tomó conocimiento del temor de los ciudadanos acerca de un gigante lagarto, que podría tratarse de un caimán o cocodrilo. Con el fin de asistir a la población, decidió buscar a este animal y vencerlo. Tras triunfar en su misión, muchos afirman que observaron a San Jorge en el montar un caballo, con un traje y armadura militar de estilo medieval. Porta una palma, una lanza y un escudo, y se encuentra junto a una bandera blanca marcada con una cruz roja.
Oración a San Jorge para pedir su ayuda
Tal como se indica ACI Prensa, esta es la oración para pedirle a San Jorge por cualquier necesidad:
San Jorge, guerrero valeroso,
que defendiste a la princesa de la Capadocia,
al abatir con tu lanza al feroz dragón,
te solicito humildemente
que vengas en mi auxilio
y me protejas de las acechanzas del demonio,
los peligros, las dificultades, las aflicciones.
Cobíjame bajo tu manto, poderoso santo,
escóndeme de mis enemigos,
de mis perseguidores, de las envidias,
magias, hechizos y maleficios.
Protegido con tu manto,
caminaré a través de los mares y la tierra,
noche y día, mes a mes, año tras año,
y mis enemigos no me verán,
no me oirán, no me seguirán.
Bajo tu protección no caeré,
no me perderé, no sangraré.
Igual que Nuestro Dios; Salvador
estuvo nueve meses protegido
en el vientre de la Virgen María,
así yo estaré protegido bajo tu manto,
teniéndote delante de mí,
armado con tu lanza y tu escudo.
Amén.