El reconocido cantante Nick Cave logra una destacada victoria en su lucha contra la adversidad.

El reconocido cantante Nick Cave logra una destacada victoria en su lucha contra la adversidad.. Foto: Redacción InfoArticulos

En general, las entrevistas son una experiencia desagradable. De verdad. Te consumen. Las detesto.

Así empieza la charla entre Nick Cave, el legendario músico australiano, y Seán O’Hagan, el periodista irlandés que ha entrevistado a infinidad de artistas en las últimas cuatro décadas.

Es de suponer que la música es uno de los pocos lugares donde la gente se puede sentir asombrada, reverenciada y maravillada por algo que sucede en tiempo real. Cave escribe para la eternidad. Este es un libro en el que el título no miente: es sobre la fe y la esperanza (y algo de sangre).

En 2015, Arthur, su hijo de quince años, murió al caer por un acantilado en la casa familiar de Brighton, Inglaterra. Las huellas de la tragedia se plasmaron en el doloroso disco Ghosteen, definido como “un mundo imaginario donde pudiera estar Arthur”.

Cave ofrece un testimonio sobre la recuperación cuando dice que “la esperanza es optimismo con el corazón roto”. Fe, esperanza y carnicería consuela al que siente que ya nada peor podría pasarle y que entonces nada lo lastimaría.

El artista y el periodista hablan. Se confiesan. Ante el horror, Cave comparte lo indecible para ayudar no solo a sí mismo o su familia sino a todos los demás: “A fin de cuentas, quizá la fe es tan solo una decisión como cualquier otra. Y quizá Dios es la búsqueda misma”.

Hay salvación y, aunque parezca imposible, está en las cosas menudas: “A veces las canciones se experimentan como pequeños triunfos sobre la desgracia”.