El puente se encuentra envuelto en un incendio intenso. La situación es una clara manifestación de la lucha constante entre lo bueno y lo malo, con un claro signo de que el ciclo de eventos negativos continúa.

Una propuesta unidimensional e inspirada en Duro de matar, cuyo guion no se preocupa por darle a sus personajes una verdadera dimensión que vaya más allá del esquema.

Por InfoArticulos

Jueves 24 de Abril de 2025 - 03:17

El puente se encuentra envuelto en un incendio intenso. La situación es una clara manifestación de la lucha constante entre lo bueno y lo malo, con un claro signo de que el ciclo de eventos negativoEl puente se encuentra envuelto en un incendio intenso. La situación es una clara manifestación de la lucha constante entre lo bueno y lo malo, con un claro signo de que el ciclo de eventos negativo

La película 'Puente en llamas' es un ejemplo de cómo el reciclaje en Hollywood se vuelve cada vez más evidente y descarado. Dirigida por Patrick Lussier, la cinta toma la fórmula de 'Duro de matar' para contar nuevamente la misma historia sin ganas, sin gracia y con un nivel de absurdo preocupante.

La trama comienza con la presentación de otro grupo de terroristas que secuestran un puente y a los conductores que pasaban por allí. El lugar elegido se explica porque pasaba un convoy policial que trasladaba a la prisionera Samantha 'Doc' Brown, próxima a testificar en contra de los asesinos.

El exmilitar Eric se calza la ametralladora al hombro para eliminar uno a uno a los asesinos y evitar que llegue tarde a ver los trailers de los próximos estrenos. Sin embargo, su pareja Jimmy 'Romeo' Roken, el jefe del operativo, es completamente desquiciado y se apura a mencionar que su apodo es 'Capitán Caos', por si hiciera falta subrayar sus virtudes para el crimen.

De ahí en más, nada que no se pueda esperar. Eric mejorando su armamento con cada baja, el Capitán Caos poniéndose cada vez más nervioso y un montón de secundarios que se ubican a favor o en contra del héroe, conforme sirva a la trama.

Aunque es cierto que todo en el cine está inventado, hay formas y formas de referenciar (o copiar) a títulos referentes del género de acción. La película 'Duro de matar' funcionaba porque tenía a dos personajes principales -héroe y villano- que tenían peso propio, creíbles en sus conductas y motivaciones. Nada de eso sucede aquí.

Dylan Sprouse no convence como héroe, ni cuando se tortura con recuerdos de su pasado en el frente, ni disparando a diestra y siniestra con puntería perfecta. No tiene imagen de 'duro', sino más bien de un adolescente tardío, de los que se angustian si les sacan el celular.

Mason Gooding tampoco funciona como villano: es exagerado, imprevisible y poco pensante. Habría sido mejor como asistente (a la manera de Alexander Godunov en Die Hard), que como líder. Siendo esta la dupla que comanda la propuesta, es de esperarse que quienes vienen a continuación estén todavía más abajo en la escala evolutiva del film. Y es así.

'Puente en llamas' es una propuesta unidimensional, cuyo guion no se preocupa en darle a sus personajes una carnadura mínima que vaya más allá del esquema: 'Yo soy bueno, ellos son malos'. Por lo tanto, la acción avanza pero poco importa. Habría quien diga que para hacer una película de este tenor, todo lo anterior no hace falta, y la respuesta más políticamente correcta sería: vuelvan a ver 'Duro de matar'.