El hombre más tatuado de Brasil decide borrar su imagen y relata la dura experiencia que ha vivido: "El dolor es insoportable"

Leandro de Souza se convirtió en una estrella dentro de su país con un 95% del cuerpo cubierto; ahora busca recuperar su apariencia original, y confiesa que el dolor es extremadamente intenso.

Por InfoArticulos

Viernes 2 de Mayo de 2025 - 23:10

El hombre más tatuado de Brasil decide borrar su imagen y relata la dura experiencia que ha vivido: "El dolor es insoportable". Foto: Redacción InfoArticulosEl hombre más tatuado de Brasil decide borrar su imagen y relata la dura experiencia que ha vivido: "El dolor es insoportable". Foto: Redacción InfoArticulos

Leandro de Souza fue una persona muy tatuada en Brasil antes de decidir quitarse muchos de sus diseños en el 2024. Sin embargo, lo que parecía una buena idea se convirtió en un calvario debido al dolor causado por las cirugías.

De Souza, ahora con 35 años, pasó a ser una atracción para su público con el 95% de su cuerpo cubierto con diseños hechos de tinta. Su obsesión comenzó cuando tenía 13 años y nunca se detuvo. Los primeros tatuajes fueron en referencia a películas y personajes que le llamaban la atención, y con el tiempo sumó otros distintos.

Leandro decidió borrarse los 170 tatuajes para eliminar la marca de su pasado oscuro (Fuente: Instagram/@leandrodesouzabless)

Su piel pasó a tener 170 tatuajes, lo que se volvió un estilo de vida asociado al rock y a la rebeldía. No quería asimilarse con lo convencional y dentro de esa subcultura encontró puntos afines que compatibilizaron con su autoestima.

Los primeros fueron como un culto a Nirvana, Guns N’ Roses y Metallica, típicos de los jóvenes de los 90. Sin embargo, lo que inició como un juego se convirtió en una adicción.

De acuerdo a su testimonio, el objetivo de eliminar los tatuajes es un mensaje de querer quitar de su vida todos recuerdos que le hicieron mal. A los 25 años se inclinó por el consumo de estupefacientes y mantuvo relaciones sexuales sin control.

Leandro De Souza y el antes y después de su rostro sin tatuajes

Cuando tocó fondo, se refugió en una granja para adictos en Bagé, una localidad en el límite con Uruguay. Allí una mujer lo evangelizó y según reconoció: “El mejor momento de mi vida”.

En la actualidad vive entre la búsqueda de un contrato fijo como fotógrafo para recaudar dinero suficiente que le permita mantener a su hijo de 10 años. Además, enfrenta una petición judicial para obtener la tutela de su madre, que es anciana y está al resguardo en un geriátrico.

“Hoy vivo con una comprensión de todo para no estar ansioso. Para no tener prisa por nada. Porque hay un momento adecuado bajo el cielo para todo”, concluyó.