El final del sistema de persecución y el término de la aplicación de multas: cómo estar preparado para la nueva política fiscal

A pesar de que las empresas siguen tomando decisiones con base en los reflejos de la inflación, el panorama ha cambiado. Las estrategias que hasta ahora han sido efectivas pueden convertirse en un obstáculo para ellas.

Por InfoArticulos

Domingo 25 de Mayo de 2025 - 03:57

El final del sistema de persecución y el término de la aplicación de multas: cómo estar preparado para la nueva política fiscal. Foto: Redacción InfoArticulosEl final del sistema de persecución y el término de la aplicación de multas: cómo estar preparado para la nueva política fiscal. Foto: Redacción InfoArticulos

La Argentina atraviesa un cambio de paradigma económico significativo. La inflación ha estado desacelerándose de forma consistente, el cepo cambiario se ha ido flexibilizando y el tipo de cambio oficial ha entrado en una fase de apreciación real que algunos ya han bautizado como 'el soñado peso'. Sin embargo, la presión tributaria sigue intacta. Y todo indica que seguirá así –al menos– hasta que se logre aprobar una reforma fiscal integral que, por ahora, es más un título que una realidad.

En este contexto, hay una ventana de oportunidad para quienes se atrevan a reformular sus estrategias fiscales. Por ejemplo, muchas empresas comenzaron a ajustar quebrantos por inflación en sus balances, lo que les permitió reducir su carga tributaria. A pesar de la resistencia de ARCA, los resultados –en términos legales y económicos– han sido alentadores, siempre que se actúa con fundamentos sólidos y una estrategia jurídica consistente.

Todo esto cobra relevancia porque se acerca el momento de presentación de las declaraciones juradas para muchas empresas. Y lo que se decida ahora –en cuanto a ajustes contables, valuación de activos y estrategias fiscales– puede significar una diferencia sustancial en la carga tributaria. En un contexto donde ya no hay inflación que diluya errores, anticiparse puede evitar pagar un costo innecesario.

La transición hacia una nueva economía no es solo un fenómeno macroeconómico. También implica una transformación micro, silenciosa y estratégica, que exige revisar viejos hábitos y adaptar estructuras. Las decisiones que se tomen ahora –en los balances, en las estrategias de financiación y en la forma de relacionarse con el Estado– marcarán el resultado de los próximos años. Porque en esta etapa, no solo se premia al que mejor se adapta: también se castiga al que no lo hace.