El ex presidente uruguayo había hecho público en enero que el tumor se había extendido a otros órganos.
Por InfoArticulos
Lunes 12 de Mayo de 2025 - 18:04
El expresidente uruguayo Pepe Mujica se encuentra en un estado crítico de salud, permaneciendo en su propiedad rural donde recibe atención médica especializada con el fin de aliviar sus síntomas y
El expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, conocido por su estilo directo y su discurso contra el consumismo, se encuentra en un estado delicado de salud. Según fuentes políticas cercanas al exmandatario, su participación en las urnas siempre estuvo supeditada a cómo se sintiera ese día. Finalmente, su ausencia marcó un hecho simbólico: el quiebre de una tradición personal que se remonta al regreso de la democracia. El presidente de la República, Yamandúa Orsi, lo visitó el viernes previo a los comicios y confirmó públicamente la gravedad de la situación. “Está mal”, dijo con tono serio en un breve intercambio con la prensa al salir de su casa para votar en Canelones. Más tarde, en conferencia de prensa, detalló: “Evidentemente está en un estado de salud delicado, no puede moverse, y estamos todos tratando de cuidarlo y que no haga cosas que lo puedan perjudicar”. Orsi, considerado el heredero político de Mujica dentro del Frente Amplio y del Movimiento de Participación Popular (MPP), pidió respeto y privacidad en este momento íntimo. “Todos debemos aportar a que en todas nuestras etapas de la vida la dignidad sea la clave. No hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo”, dijo. También destacó que, incluso en la enfermedad, Mujica sigue siendo una fuente de reflexión. “Sigue siendo muy útil para esas conversas de media hora, una hora, dos horas, donde te traes un paquete de ideas y de sensibilidades que nos vienen muy bien”. En diciembre pasado, Mujica se había sometido a un procedimiento para colocarle un dispositivo que le permite alimentarse e hidratarse con mayor facilidad. Desde entonces, su actividad pública se redujo al mínimo. En la entrevista de enero, además de rechazar nuevas entrevistas, expresó su deseo de permanecer en su chacra hasta el final. “Yo me voy a morir acá”, dijo. “Ahí afuera hay una sequoia grandota. Está Manuela –su perra– enterrada ahí. Estoy haciendo los papeles para que ahí también me entierren a mí. Y ya está”. Presidente entre 2010 y 2015, su estilo directo, su lenguaje llano y su discurso contra el consumismo lo convirtieron en una figura atípica en la escena internacional. Su negativa a mudarse a la residencia presidencial, su salario donado a causas sociales y su viejo Volkswagen Fusca azul le valieron el apodo de “el presidente más pobre del mundo”, un calificativo que siempre rechazó, aunque reconociera como parte de una construcción mediática que lo sobrepasó. Con información de AFP y El País de Uruguay