El equipo de Boca apagó el fuego en la Bombonera, pero su victoria no logró ocultar la tensión que se vivió entre los aficionados y Riquelme.

En una noche tensa, que marcó el regreso a casa tras la derrota ante River y la salida de Gago, el equipo necesitaba llegar a los penales para eliminar a Lanús y avanzar a los cuartos de final del Apertura - LA NACION

Por InfoArticulos

Domingo 11 de Mayo de 2025 - 04:22

El equipo de Boca apagó el fuego en la Bombonera, pero su victoria no logró ocultar la tensión que se vivió entre los aficionados y Riquelme.. Foto: Redacción InfoArticulosEl equipo de Boca apagó el fuego en la Bombonera, pero su victoria no logró ocultar la tensión que se vivió entre los aficionados y Riquelme.. Foto: Redacción InfoArticulos

El clima cambió apenas Rojo ganó el sorteo de capitanes y Marchesin se acercó al arco que da espaldas a La 12 para atajar en la tanda de penales. Era momento de alentar y llenar de confianza a un arquero de cara a un desafío especial: en casa, ante su ex club, después del gol sufrido ante River en el que muchos le atribuyeron cierta responsabilidad en el tiro libre de Mastantuono y 73 días después de haber sugerido su salida en la increíble definición por penales contra Alianza Lima. Y fue el arquero quien se calzó el mameluco de bombero cuando el incendio en La Boca parecía inevitable. Esta vez, el 1 ni siquiera observó al banco, recibió unos breves consejos de Ezequiel Muñoz y atajó el primer remate de la serie para ayudar a meter a Boca en los cuartos de final del Apertura. Tapó abajo el disparo de Canelo y luego Dylan Aquino, que había entrado para patear, la colgó de la segunda bandeja. En Boca, como en los viejos tiempos, convirtieron todos: Rojo, que cambió insultos por aplausos; Zeballos, Alarcón y Giménez, quien ya había amargado al Granate en un clásico con Banfield en 2024. El remate de Giménez marcará el desenlace Gonzalo Colini Tras el festejo, el partido se siguió jugando en las tribunas. Desde la segunda bandeja de Casa Amarilla donde se ubica La 12, surgieron cánticos contra la platea (“plateíta botón, plateista botón…”), desde donde habían nacido los reclamos para Riquelme. Boca supo apagar el fuego a tiempo y dio un nuevo paso adelante en la pelea por el título. En la Bombonera es invencible, aunque el rival, muchas veces, parece estar en casa. Lo mejor del triunfo de Boca