El enigma de los obeliscos: pequeños intrusos que habitan nuestro cuerpo

El enigma de los obeliscos: pequeños intrusos que viven dentro de nosotros

Por InfoArticulos

Lunes 28 de Abril de 2025 - 07:23

El enigma de los obeliscos: pequeños intrusos que habitan nuestro cuerpo. Foto: Redacción InfoArticulosEl enigma de los obeliscos: pequeños intrusos que habitan nuestro cuerpo. Foto: Redacción InfoArticulos

Los llamados "obeliscos", diminutas moléculas, comparables a los virus pero mucho más simples, son uno de los grandes descubrimientos recientes y parecen omnipresentes en nuestro organismo, aunque de momento plantean más preguntas que certezas.

"Su función en nuestra salud no está establecida ni clara", comentó a la AFP Karim Majzoub, virólogo del Instituto de Genética Molecular de Montpellier.

Se trata de pequeñas hebras de ARN cerradas sobre sí mismas y cuya presencia en nuestro cuerpo se desconocía hasta hace unos meses.

Fueron descubiertos por investigadores de la universidad estadounidense de Stanford mediante el análisis profundo del ARN presente en centenares de muestras humanas.

Algunos expertos consideran que los obeliscos podrían tener un papel, positivo o negativo, en nuestra salud, porque de lo contrario no estarían tan presentes en nosotros. Sin embargo, muchos mantienen la cautela.

"A veces tenemos la visión antropocéntrica de que las cosas están allí porque tienen una finalidad para nuestro organismo, pero no siempre es así", advirtió Majzoub.

El investigador recordó que ciertas estructuras similares han demostrado sus efectos, comenzando por su propio objeto de estudio: el virus de la hepatitis D, una cadena circular de ARN que solo puede actuar como satélite en combinación con el virus más complejo de la hepatitis B.

Otra gran cuestión planteada por los obeliscos es si nos dan indicios sobre el origen de la vida en la Tierra.

Para algunos expertos, los obeliscos se suman a los viroides para respaldar la hipótesis del "mundo del ARN": la idea de que existieron formas de vida muy simples basadas en el ARN antes de la aparición del ADN.

El ADN constituye nuestro material genético y es a través del ARN, mucho menos estable, que nuestras células lo traducen en proteínas.

Un "mundo de ARN" sería más simple pero también estaría formado por organismos infinitamente menos complejos que la vida tal y como la conocemos hoy.

Según algunos científicos, los obeliscos y los viroides podrían ser "reliquias de la sopa del ARN original", señaló Majzoub.

Pero también en este caso hay que ser prudentes. La existencia de obeliscos podría ir en esa dirección, pero también es posible que sean producidos de manera aleatoria por las células y las bacterias, sin ser un resto de tiempos antiguos.