El ejército más pequeño y antiguo del mundo, responsable de proteger al Papa, cuenta con un miembro que reside actualmente en Argentina y forma parte de La Guardia Suiza.

Los misteriosos guardias personales del Vaticano: ¿qué condiciones hay que cumplir para formar parte de esta élite? Un integrante nos cuenta su experiencia en Roma.

Por InfoArticulos

Sábado 3 de Mayo de 2025 - 03:39

El ejército más pequeño y antiguo del mundo, responsable de proteger al Papa, cuenta con un miembro que reside actualmente en Argentina y forma parte de La Guardia Suiza.. Foto: Redacción InfoArtiEl ejército más pequeño y antiguo del mundo, responsable de proteger al Papa, cuenta con un miembro que reside actualmente en Argentina y forma parte de La Guardia Suiza.. Foto: Redacción InfoArti

La Guardia Suiza Pontificia es un cuerpo militar de élite que protege al Papa en el Vaticano desde hace más de 500 años. Los guardias suizos son seleccionados entre los mejores soldados del país y deben cumplir con una serie de requisitos para ser aceptados en la guardia. Entre ellos se encuentran tener un buen físico, ser católico y haber completado el servicio militar obligatorio en Suiza. Una vez que se unen a la guardia, los guardias suizos reciben una remuneración mensual que varía entre 1.500 y 2.000 euros, además de alojamiento, alimentación, seguro médico y la posibilidad de acceder a formación continua dentro del Vaticano. El servicio en la Guardia Suiza Pontificia dura normalmente dos años, aunque algunos guardias pueden permanecer hasta la jubilación, que suele ocurrir entre los 60 y 65 años. Aunque el servicio es voluntario, muchos jóvenes suizos se unen a la guardia como una forma de servir al Papa y a la Iglesia Católica. El embajador de Suiza en Argentina, Hans-Ruedi Bortis, tiene una historia que lo une directamente con la Guardia Suiza Pontificia. Antes de iniciar su carrera diplomática, formó parte de este cuerpo militar de élite que protege al Papa y recuerda que fue una experiencia inolvidable ver de cerca el trabajo diario del Papa Juan Pablo II por la paz y los más pobres del mundo.