Otras opciones acompañan las carnes a la parrilla, desde vinos blancos hasta champagnes espumantes.
Por InfoArticulos
Jueves 15 de Mayo de 2025 - 20:49
El asado rompe con tradiciones: ¿qué opciones de acompañamiento hay más allá del vino tinto?. Foto: Redacción InfoArticulos
El asado y el Malbec son una dupla imbatible, pero no solo los tintos pueden hacer disfrutable este plato. La regla de maridaje que asigna a los tintos la responsabilidad de acompañar las carnes rojas tiene una razón de ser.
La grasa y la proteína de la carne se llevan bien con los taninos presentes en los tintos, amasando su astringencia y suavizándolos. A su vez, los taninos hacen lo suyo, ya que su astringencia hace de contrapeso a la grasa de la carne, ayudando a limpiar el paladar.
El resultado es que en esta dupla se liman asperezas y se realzan texturas y sabores. Los taninos del vino tinto se complementan bien con la carne roja.
Esta regla vale para el Malbec, variedad con una moderada dosis de taninos (que puede ser realzada por una crianza en barrica, que suele transferir al vino una cuota extra de taninos), pero también para otras variedades de carácter tanicidad.
El Cabernet Sauvignon es un ejemplo de esto, pero también el Syrah, el Cabernet Franc y los blends con componentes como el Petit Verdot o el Tannat pueden funcionar bien.
Pero ¿y los blancos?
Comenzamos hablando de reglas de maridaje sí, pero a sabiendas de que pueden romperse con criterio para seguir los gustos personales que, en definitiva, son los que nos permiten disfrutar del vino.
Las mollejas se llevan muy bien con blancos de alta acidez, que ayudan a limpiar el paladar. Son muchos los blancos que funcionan a la perfección con el asado.
El momento de las achuras es ideal para acompañar con ellos, siempre y cuando se destaquen por una buena acidez. Identificar un vino de acidez alta es sencillo: si al beberlo nos hace salivar, estamos ante un buen candidato.
Puede ser un Torrontés cafayateño o un Semillón de Luján de Cuyo, son muchas las posibilidades. El punto es que un vino blanco de buena acidez ayuda a limpiar el paladar cuando comemos achuras muy grasosas, como las mollejas o los chinchulines.
Algo similar puede obtenerse al acompañarlas con espumante, de preferencia aquellos más ligeros –elaborados mediante método Charmat–.
Los espumantes ligeros también son una buena idea para acompañar las achuras.