Desigualdad social, libertades fundamentales y necesidades básicas insatisfechas

Pobreza, derechos y valores en la actualidad

Por InfoArticulos

Martes 27 de Mayo de 2025 - 03:10

Desigualdad social, libertades fundamentales y necesidades básicas insatisfechas. Foto: Redacción InfoArticulosDesigualdad social, libertades fundamentales y necesidades básicas insatisfechas. Foto: Redacción InfoArticulos

No es obvio remarcar la complejidad de la situación de pobreza en la Argentina. A la foto de los niveles relacionados con el ingreso, se suman las dificultades estructurales acumuladas por los más pobres para salir adelante.

Baste mencionar los indicadores educativos que muestran las limitaciones muchas veces insuperables para contar con herramientas que permitan construir una vida de progreso. La solución a este drama tiene como eje una economía desarrollada, estable, que brinde oportunidades.

Y también una administración de los recursos públicos que acelere el proceso de inclusión que brinde esa economía, en una carrera contra el tiempo.

Una mirada sistémica a la relación entre recursos y necesidades muestra que la Argentina se convirtió en una suma de derechos que el conjunto no puede soportar.

La solución a este problema esencial es muy compleja. El Gobierno está avanzando con fuerza en la economía y en las cuestiones más importantes de las políticas sociales.

Pero una parte relevante del sistema político argentino mantiene un discurso –y una capacidad de veto– que dificulta avanzar en las reformas que permitan en todo el territorio cambiar las condiciones que han generado tanta exclusión.

Los frenos a las reformas en el Congreso, las prácticas primitivas en muchos territorios y el discurso populista cotidiano muestran que además de la esencial buena administración, es posible y necesario avanzar, sin tapujos, en la discusión sobre el sentido y la relevancia de los derechos para beneficio de los excluidos.

Para eso, sería muy bueno que dirigentes políticos y sociales abran esta conversación, tanto en sus aspectos conceptuales como en los operativos, de modo de sanear un espacio que tanto daño ha causado a los más pobres, sin dejarse silenciar por una supuesta superioridad ética del populismo.

Es posible que los argumentos de este artículo sean cuestionados como un ataque al mismo concepto de ‘derechos’, esencial en el buen funcionamiento de una sociedad. Nada más lejos.

Amartya Sen, premio Nobel de Economía, enfatizó la importancia de la libertad entendida como la capacidad de elegir y actuar, como un elemento central en la realización de los derechos humanos.

Pero si no se potencia esa capacidad en los hechos, ¿de qué sirve la proclamación de los derechos humanos como eje del proyecto? Sin ejecución, los derechos quedan en lo meramente declarativo, o, peor, la idea de ‘derecho’ ha perdido el sentido de herramienta para el progreso, para convertirse en un eslogan vacuo que solo sirve para definir pertenencia política.

Retomar este concepto valioso de los derechos debería ser un objetivo social asumido en plenitud por los sistemas social y político.