Cómo cultivar semillas de positividad en nuestro cerebro: 'Tengo potencial y el futuro es prometedor'

Nuestros pensamientos pueden verse como semillas que germinan en nuestras vidas. Si son negativos, pueden dar lugar a consecuencias desafortunadas, como la depresión.

Por InfoArticulos

Lunes 26 de Mayo de 2025 - 11:18

Cómo cultivar semillas de positividad en nuestro cerebro: 'Tengo potencial y el futuro es prometedor'. Foto: Redacción InfoArticulosCómo cultivar semillas de positividad en nuestro cerebro: 'Tengo potencial y el futuro es prometedor'. Foto: Redacción InfoArticulos

Algunas personas pueden sentirse abrumadas por la depresión, lo que lleva a una serie de síntomas en su vida diaria. Por ejemplo, aquello que antes les parecía interesante ya no les llama la atención; pueden tener un apetito alterado, comiendo demasiado o muy poco; y también pueden experimentar cambios en su patrón de sueño, durmiendo mucho más de lo habitual.

El doctor William Backus, un destacado psicólogo estadounidense, identificó tres creencias falsas que se asocian con la depresión. Cada pensamiento puede compararse a una semilla: si es negativo, puede generar consecuencias negativas.

Las tres ideas más comunes asociadas con esta condición son:

1. Soy malo o mala

La persona deprimida cree que no tiene nada bueno en ella y que es inútil, fracasada.

No hay logro que no se pueda mejorar ni fracaso que no se pueda revertir (Foto: Freepik)

2. Mi vida es un desastre

La persona cree que su vida es mala y pierde interés en todo lo que la rodea, dejando de tener motivación para actuar.

3. Mi futuro será malo

La persona deprimida piensa que hay peligro en su mañana y no puede ver nada bueno hacia adelante, por lo que su futuro se vuelve negativo e incierto.

Nuestra autoestima comienza a formarse desde el momento del nacimiento y depende, sobre todo en los primeros años de vida, de la demostración de afecto y las palabras recibidas de nuestros principales cuidadores. A partir de allí, se va gestando lo que llegamos a creer de nosotros mismos y de la vida en general.

Atravesar circunstancias difíciles no implica tener baja autoestima. Todas las situaciones que vivimos pueden ayudarnos a afirmarla y fortalecerla. No hay fracaso que no se pueda revertir ni logro que no se pueda mejorar. Todo depende de la actitud interior que escojamos adoptar.

Por eso, independientemente de nuestra vida y la etapa en la que nos encontremos, el hábito que todos deberíamos adquirir es plantar cada día, en nuestra mente, semillas inteligentes. Es decir, verdades sobre quiénes somos: “soy bueno”, “la vida es maravillosa”, “lo mejor está por venir”, etc.

Estas verdades son conocidas por nuestro espíritu, que es la parte más profunda de cada uno de nosotros, y son la plataforma para construir una autoestima sólida, que no es perfecta pero sigue creciendo y avanzando hacia la cima.”