El experto reveló los secretos que acumuló en su larga trayectoria para mantener el equilibrio entre la salud física, mental y espiritual.
Por InfoArticulos
Sábado 26 de Abril de 2025 - 11:44
A los 95 años de edad, un destacado filósofo comparte el secreto detrás de una vida llena de propósito.. Foto: Redacción InfoArticulos
En un mundo cada vez más acelerado, donde los jóvenes buscan respuestas en aquellos que han vivido lo suficiente como para hablar con conocimiento de causa, hay quienes también buscan el secreto para una vida plena y longeva.
Federico Lanzaco, filósofo, humanista y teólogo español de 95 años, cree que sí existe una fórmula para lograrlo.
Tras casi un siglo de vida dedicada a la docencia, la escritura y las misiones humanitarias, incluso con una larga estadía en Japón, Lanzaco se ha convertido en una de las voces más escuchadas. Desde su experiencia, asegura que el secreto de una vida plena no está en evitar los desafíos, sino en mantener el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, aun cuando alguno de esos pilares se tambalea.
No se trata de llevarlo todo a la perfección, eso es imposible, dijo en diálogo con InfoArticulos. Lo importante, según su visión, es saber compensar. Cuando lo físico flaquea, apoyarse en lo emocional. Cuando las emociones se ven afectadas, buscar sostén en lo espiritual.
Para el reconocido filósofo español, poder equilibrar el cuerpo, la mente y el espíritu es importante para poder llevar adelante una vida plena. Lanzaco propone que es primordial que todas las personas puedan volver a tener hábitos saludables, que incluyen una buena alimentación, ejercicio regular y descanso de calidad.
Aunque suene simple, sostiene que pocos comprenden el poder real de estas prácticas. La salud física, bien cuidada, sienta las bases para una mente clara y una mayor capacidad de disfrutar los pequeños placeres de la vida.
Pero el bienestar para este reconocido filósofo no pasa solo por el físico, sino por tener también una estimulación constante de nuestra mente. Tener un motivo para levantarse cada día cambia la forma en que uno envejece, remarcó Federico, para incentivar a más personas adultas a perseguir sus sueños sin importar la edad.
A su vez, las relaciones afectivas ocupan un lugar central en su filosofía. Tratar a los demás con respeto, superar el egoísmo en la pareja y cultivar la empatía en los vínculos familiares y de amistad son, para él, prácticas fundamentales para construir una vida emocionalmente sana.
El afecto genuino tiene un poder transformador. Nos conecta con lo mejor de nosotros mismos, agregó, convencido de que nadie puede vivir plenamente en soledad.
Por último, puntualizó que la espiritualidad es un eje de transformación, pero con esto no se refiere en específico a una religión. Si no que lo describe como la posibilidad de tener una conexión profunda con uno mismo, con los demás y con el entorno.
Para, de esta forma, poder transformar positivamente el mundo que nos rodea. Ya que por más pequeño que sea nuestro granito de arena para la humanidad, también forma parte de esa vida bien vivida que él defiende.
La vida es una danza entre el esfuerzo, el destino y la oportunidad, manifestó.